lunes, 28 de julio de 2025

¡Ven Espíritu Divino! ¡Veni Sancte Spiritus!

“Aléjate del pecado y sé fiel al Evangelio”



“Recuerda, pues, que has recibido el sello del Espíritu, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de piedad, espíritu del santo temor, y conserva lo que has recibido. Dios Padre te ha sellado, Cristo el Señor te ha confirmado y ha puesto en tu corazón, como prenda suya, el Espíritu Santo, como te enseña el Apóstol” San Ambrosio, Tratado sobre los misterios, 29-30


 (Secuencia de Pentecostés)




Ven, Espíritu divino,

manda tu luz desde el cielo.

Padre amoroso del pobre,
don, en tus dones espléndido,
luz que penetra las almas,
fuente del mayor consuelo,
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.



En Latín:

Veni, Sancte Spiritus,
Et emitte caelitus
Lucis tuae radium.
Veni, pater pauperum,
Veni, dator munerum,

Veni, lumen cordium.
Consolator optime,
Dulcis hospes animae,
Dulce refrigerium.

In labore requies,
In aestu temperies,
In fletu solatium.

O lux beatissima,
Reple cordis intima
Tuorum fidelium.

Sine tuo numine
Nihil est in homine,
Nihil est innoxium.

Lava quod est sordidum,
Riga quod est aridum,
Sana quod est saucium.

Flecte quod est rigidum,
Fove quod est frigidum,
Rege quod est devium.

Da tuis fidelibus
In te confidentibus
Sacrum septenarium.

Da virtutis meritum,
Da salutis exitum,
Da perenne gaudium. Amen. Alleluia.

martes, 1 de julio de 2025

Fiesta de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. 1 de julio

 



La devoción a la Preciosísima Sangre, fue propagada por el sacerdote San Gaspar del Búfalo. Por mandato del Papa Benedicto XIV se compusieron la Misa y el Oficio. que Pío IX, en cumplimiento de un voto hecho en Gaeta, extendió la fiesta litúrgica a la Iglesia universal [10 de agosto de 1849]. Por último Pío XI, de feliz memoria, como recuerdo del XIX Centenario de la Redención [1933], elevó el rango de dicha fiesta.

Jaculatoria  en reparación de las blasfemias

Padre Eterno, por la Sangre más preciosa de Jesucristo, glorifica Su santísimo nombre, de acuerdo con la intención y los deseos de Su adorable Corazón.


(Indulgencia de 300 días. - Pío X, 1908)
¡Cuán pocos hay que se valgan de la preciosa Sangre de Jesús para comprar su salvación! - San Ignacio




 
 
Reparemos la Blasfemia que profirió Bergoglio contra la Preciosa Sangre de Jesucristo.


† Oración de Reparación ~ Sangre de Cristo
 
Salve, Víctima de la salvación, ofrecida en el patíbulo de la cruz por mí y por todo el linaje humano. Salve, noble y preciosa sangre que mana de las llagas de Jesucristo crucificado y lava todos los crímenes del mundo. Acuérdate, Señor, del hombre que has rescatado con tu sangre; me arrepiento de haberte ofendido y propongo enmendarme en lo sucesivo.
Padre clementísimo, aleja de mí todas las iniquidades y pecados, para que, purificado de alma y cuerpo, merezca entrar dignamente en el lugar santísimo, y que este cuerpo y esta sangre que deseo tomar, aunque indigno, sirva para remisión de mis culpas, para purificar mi alma de sus delitos, para ahuyentar los torpes pensamientos, para devolverle los buenos sentimientos, para dar eficacia a las obras que a ti te agradan, y, finalmente, para firmísima protección contra las asechanzas del enemigo de mi alma y de mi cuerpo. Amén.
 San Ambrosio.
 
 Julio es el mes de la devoción a la preciosa Sangre de Jesús.

                           

El Año Litúrgico - Dom Prospero Gueranger:
HISTORIA DE LA FIESTA. — No debemos dejar de recordar aquí que esta fiesta es el memorial de una de las más brillantes victorias de la Iglesia. Pío IX fue expulsado de Roma en 1848 por la revolución triunfante; por estos mismos días, al año siguiente, volvió al poder. El 28, 29 y 30, con la protección de los Apóstoles, la hija primogénita de la Iglesia, fiel a su pasado glorioso, arrojó a sus enemigos de las murallas de la Ciudad Eterna; el 2 de Julio, fiesta de María, terminaba la conquista. En seguida un doble decreto notificaba a la Ciudad y al mundo el agradecimiento del Pontífice y la manera con que quería perpetuar por la sagrada Liturgia el recuerdo de estos sucesos. El 10 de Agosto, desde Gaeta, lugar de su refugio durante la lucha, Pío IX, antes de volver a tomar el mando de sus Estados, se dirigió al Jefe invisible de la Iglesia y se la confiaba por la institución de la fiesta de este día, recordándole que, por esta Iglesia, había derramado toda su Sangre.
Poco después, de nuevo en su capital, se dirigía a María, como lo hicieron en otras circunstancias S. Pío V y Pío VII; el Vicario de Jesucristo devolvía a la que es Socorro de ios cristianos, el honor de la victoria ganada el día de su gloriosa Visitación, y disponía que la fiesta del 2 de Julio se elevase del rito de doble mayor al de segunda clase para todas las Iglesias: preludio de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, que el inmortal Pontífice proyectaba desde entonces, y que acabaría de aplastar la cabeza de la serpiente.
Durante el Jubileo que instituyó en 1933 para celebrar el 19 centenario de la Redención, Pío XI elevó la fiesta de la Preciosa Sangre al rito doble de primera clase, con el fin de inculcar más en el alma de los fieles el recuerdo y la estima de la Sangre del Cordero de Dios, y de alcanzar frutos más copiosos para nuestras almas.