jueves, 30 de junio de 2022

Fiesta de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. 1 de julio

   El Año Litúrgico – Dom Prospero Gueranger

OBJETO DE LA FIESTA. — La Iglesia ha revelado ya a los hijos de la nueva Alianza, el precio de la Sangre con que fueron rescatados, su virtud fortificante, y la honra y adoración que merece. El Viernes Santo, la tierra y los cielos contemplaron todos los crímenes anegados en la ola de salvación, cuyos diques eternos habíanse roto, por fin, con el esfuerzo unido de la violencia de los hombres y del amor del Corazón divino. La fiesta del Santísimo Sacramento nos ha visto postrados ante los altares en los que se perpetúa la inmolación del Calvario y el derramamiento de la Sangre preciosa, convertida en bebida de humildes y en objeto de los honores de los poderosos de este mundo.

Con todo eso, he aquí que la Iglesia nos invita de nuevo a los cristianos a celebrar los torrentes que fluyen de la fuente sagrada. Quiere decir con esto que las solemnidades precedentes no han agotado el misterio. La paz traída por esta Sangre, la corriente de sus ondas que saca de los abismos a los hijos de Adán purificados, la sagrada mesa dispuesta para ellos, y este cáliz de donde procede el licor embriagador, todos estos preparativos quedarían sin objeto, todas estas magnificencias serían incomprendidas si el hombre no viese en ellas los efectos de un amor cuyas pretensiones no pueden ser sobrepujadas por ningún otro amor. La Sangre de Jesús debe ser ahora para nosotros la Sangre del Testamento, la prenda de la alianza que Dios nos propone la dote ofrecida por la eterna Sabiduría al llamar a los hombres a la unión divina, cuya consumación en nuestras almas prosigue sin cesar el Espíritu santificador.

VIRTUD DE LA SANGRE DE JESÚS. — “Confiemos, hermanos míos, nos dice el Apóstol; y por la Sangre de Cristo entremos en el Santo de los Santos; sigamos el camino nuevo cuyo secreto conocemos, el camino vivo que nos ha trazado a través del velo, es decir, de su carne. Acerquémonos con corazón sincero, con fe plena, enteramente limpios, con esperanza inquebrantable; porque el que está comprometido con nosotros, es fiel. Exhortémonos cada uno con el ejemplo al acrecentamiento del amor’. Y el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos en virtud de la Sangre de la Alianza eterna, al gran Pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesucristo, os dé perfección cabal en todo bien, a fin de que cumpláis su voluntad, haciendo El en vosotros lo que es agradable a sus ojos, por Jesucristo, a quien sea dada gloria por los siglos de los siglos”.

HISTORIA DE LA FIESTA. — No debemos dejar de recordar aquí que esta es el memorial de una de las más brillantes victorias de la Iglesia. Pío IX fué expulsado de Roma en 1848 por la revolución triunfante; por estos mismos días, al año siguiente, volvió al poder. El 28, 29 y 30, con la protección de los Apóstoles, la hija primogénita de la Iglesia, fiel a su pasado glorioso, arrojó a sus enemigos de las murallas de la Ciudad Eterna; el 2 de Julio, fiesta de María, terminaba la conquista. En seguida un doble decreto notificaba a la Ciudad y al mundo el agradecimiento del Pontífice y la manera con que quería perpetuar por la sagrada Liturgia el recuerdo de estos sucesos. El 10 de Agosto, desde Gaeta, lugar de su refugio durante la lucha, Pío IX, antes de volver a tomar el mando de sus Estados, se dirigió al Jefe invisible de la Iglesia y se la confiaba por la institución de la fiesta de este día, recordándole que, por esta Iglesia, había derramado toda su Sangre.

Poco después, de nuevo en su capital, se dirigía a María, como lo hicieron en otras circunstancias S. Pío V y Pío VII; el Vicario de Jesucristo devolvía a la que es Socorro de los cristianos, el honor de la victoria ganada el día de su gloriosa Visitación, y disponía que la fiesta del 2 de Julio se elevase del rito de doble mayor al de segunda clase para todas las Iglesias: preludio de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, que el inmortal Pontífice proyectaba desde entonces, y que acabaría de aplastar la cabeza de la serpiente.

Durante el Jubileo que instituyó en 1933 para celebrar el 19 centenario de la Redención, Pío XI elevó la fiesta de la Preciosa Sangre al rito doble de primera clase, con el fin de inculcar más en el alma de los fieles el recuerdo y la estima de la Sangre del Cordero de Dios, y de alcanzar frutos más copiosos para nuestras almas.

M I S A

La Iglesia, que los Apóstoles han formado con todas las naciones que hay bajo el cielo, se dirige al altar del Esposo que la ha rescatado con su Sangre, y canta en el Introito su amor misericordioso. Ella es en adelante el reino de Dios, la depositaria de la verdad.

INTROITO

Nos redimiste, Señor, con tu Sangre de toda tribu y lengua y nación: y nos hiciste un reino para nuestro Dios. — Salmo: Cantaré eternamente las misericordias del Señor: anunciaré con mi boca tu verdad de generación en generación. V. Gloria al Padre.

Prenda de paz entre el cielo y la tierra, objeto de los más solemnes honores y centro de toda la Liturgia, protección segura contra los males de esta vida, la Sangre de Jesucristo derrama desde ahora en las almas y cuerpos de los que ha rescatado, el germen de las alegrías eternas. La Iglesia en la Colecta, pide, al Padre que nos dió a su único Hijo, que este germen divino no sea estéril en nosotros, y que alcance su máximo desarrollo en los cielos.

COLECTA

Omnipotente y sempiterno Dios, que constituíste a tu unigénito Hijo Redentor del mundo, y quisiste aplacarte con su Sangre: haz, te suplicamos, que veneremos con solemne culto el precio de nuestra salud, y que, por su virtud, seamos preservados en la tierra de los males de la presente vida, para que gocemos de su perpetuo fruto en los cielos. Por el mismo Señor.

EPISTOLA

Lección de la Epístola del Ap. S. Pablo a los Hebreos. (IX, 11-15).

Hermanos: Cristo, el Pontífice de los futuros bienes, penetró una vez en el Santuario por un tabernáculo más amplio y perfecto, no hecho a mano, es decir, no de creación humana: ni tampoco por medio de la sangre de cabritos y becerros, sino por medio de su propia Sangre, efectuada la redención eterna. Porque, si la sangre de cabritos y toros, y la aspersión con ceniza de becerra santificaba con la purificación de la carne a los manchados: ¿cuánto más la Sangre de Cristo, que se ofreció a sí mismo inmaculado a Dios por el Espíritu Santo, purificará nuestra conciencia de las obras muertas, para servir al Dios vivo? Y, por eso, es el Mediador del Nuevo Testamento: para que, mediando su muerte, en redención de aquellas prevaricaciones que había bajo el primer Testamento, reciban, los que han sido llamados, la promesa de la eterna herencia: en Jesucristo, nuestro Señor.

LA SANGRE DEL PONTÍFICE. — Es ley establecida por Dios desde el principio, que no puede haber perdón de los pecados ni redención completa, sin sacrificio que expie y repare; y que este sacrificio exija derramamiento de sangre. En la antigua alianza la sangre exigida era la de animales inmolados ante el Tabernáculo del Templo. Pero solamente valía para limpiar el exterior y no podía ni santificar a las almas, ni darles derecho para entrar en el tabernáculo celestial.

Pero, el día fijado por la Sabiduría eterna, vino Cristo, nuestro verdadero y único Pontífice. Derramó en sacrificio su preciosísima Sangre. Nos purificó, y, en virtud de esta sangre derramada, entra y nos hace entrar en el santuario del cielo. Desde entonces “su expiación y nuestra redención son cosas adquiridas definitivamente para la eternidad”. Su sangre, transmisora de su vida, purifica no sólo nuestro cuerpo sino nuestra alma, centro de nuestra vida; borra en nosotros las huellas del pecado, expía, reconcilia, sella y consagra la alianza nueva, y una vez purificados y reconciliados, nos hace adorar y servir a Dios con culto digno de él.

SERVICIO DE DIOS VIVO. — “Porque el fin de la vida es adorar a Dios. La pureza de conciencia y la santidad tienen por fin último y por término el culto que debemos a Dios. No es uno bueno por ser bueno y contentarse con eso. No es uno puro por ser puro y no ir más lejos. Toda bondad sobrenatural tiene por fin la adoración. Esto es lo que quiere el Padre celestial: adoradores en espíritu y en verdad; y nuestra adoración crece ante Dios con nuestra santidad y nuestra dignidad sobrenatural. Por eso el fin de nuestra vida sobrenatural no somos nosotros, sino Dios. Dios es el que, en último término, recoge el beneficio de lo que hacemos nosotros con su gracia y con su ayuda. Dios, en nosotros, trabaja para él. Toda nuestra vida, temporal y eterna, es litúrgica y ordenada hacia Dios'”.

El Gradual nos recuerda el gran testimonio del amor del Hijo de Dios, confiado al Espíritu Santo con la Sangre y agua de los Misterios; testimonio que se une desde aquí abajo al que da en los cielos la Santísima Trinidad. Si nosotros recibimos el testimonio de los hombres, dice el verso, mayor es el de Dios. ¿No es esto decir una vez más que debemos ceder a las repetidas invitaciones del amor? Nadie puede excusarse pretextando ignorancia, o falta de vocación para cosas más altas que aquellas por las que se arrastra nuestra tibieza.

GRADUAL

Este es Jesucristo, el cual vino por el agua y la sangre: no sólo por el agua, sino por el agua y la sangre. Y. Tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son una sola cosa. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres son una sola cosa.
Aleluya, aleluya. Y. Si aceptamos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor. Aleluya.

EVANGELIO

Continuación del santo Evangelio según S. Juan. (XIX, 30-35).

En aquel tiempo, habiendo tomado Jesús el vinagre, dijo: Se ha terminado. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu. Los judíos, pues (porque era la Parasceve), para que no permanecieran los cuerpos en la cruz el sábado (porque era un gran día aquel sábado), rogaron a Pilatos que fueran quebradas sus piernas y se quitaran. Fueron, pues, los soldados: y quebraron ciertamente las piernas del primero, y las del otro que había sido crucificado con El. Mas, cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no quebraron sus piernas, sino que uno de los soldados abrió con la lanza su costado, y al punto salió sangre y agua. Y, el que lo vió, da testimonio de ello: y su testimonio es verdadero.

LA SANGRE DEL CORAZÓN DE JESÚS. — El Viernes Santo escuchamos ya por vez primera este pasaje del discípulo amado. La Iglesia dolorida al pie de la Cruz, donde acababa de expirar su Señor, no tenía entonces lágrimas y lamentaciones suficientes. Hoy se conmueve con otros sentimientos, y el mismo pasaje que causaba sus lágrimas, la hace desbordarse ahora en antífonas de alegría y en cantos triunfales. Si queremos saber su causa, preguntémosla a los autorizados intérpretes a quienes ella misma quiso encargar nos diesen a conocer su pensamiento en este día. Nos dirán que la nueva Eva celebra hoy su nacimiento del costado del Esposo dormido; que, a partir del momento solemne en que el nuevo Adán permitió que la lanza del soldado abriese su Corazón, somos verdaderamente hueso de sus huesos y carne de su carne. No nos admiremos de que la Iglesia no vea en esta Sangre que se derrama, sino amor y vida. Y tú, oh alma, rebelde tanto tiempo a los llamamientos secretos de las gracias de elección, no te desconsueles; no digas: “¡El amor no es para mí!” Por muy lejos que haya podido llevarte el antiguo enemigo con sus funestas astucias, ¿no es verdad que no hay ningún lugar oculto, ni abismo siquiera, a donde no te hayan seguido los arroyos nacidos de la fuente sagrada? ¿Crees acaso que el largo trayecto que has querido imponer a su perseguimiento misericordioso, haya agotado su virtud? Haz la prueba; lo primero y báñate en estas ondas purificadoras; después haz beber a grandes tragos en el río de la vida a esa tu pobre alma fatigada; en fin, armándote de fe remonta el curso del río divino. Porque, si es verdad que, para llegar hasta ti, no se ha separado de su punto de partida, también es verdad que, haciendo esto, hallarás la fuente misma.

La Iglesia, al presentar los dones para el Sacrificio, recuerda en sus cantos que el cáliz presentado por ella a la bendición de los sacerdotes, se convierte, por virtud de las palabras sagradas, en el inagotable depósito del cual se derrama sobre el mundo la Sangre del Señor.

OFERTORIO

El cáliz de bendición, que bendecimos, ¿no es la comunión de la Sangre de Cristo? Y el pan, que partimos, ¿no es la participación del Cuerpo del Señor?

La Secreta pide el pleno efecto de la divina Alianza, de la que es medio y prenda la Sangre de Jesús, desde que su derramamiento hizo cesar el grito de venganza, que, como el de Abel, subía de la tierra al cielo.

SECRETA

Suplicámoste, Señor, hagas que, por estos divinos Misterios, nos acerquemos a Jesús, Mediador del Nuevo Testamento, y que renovemos sobre tus altares la aspersión de una Sangre más elocuente que la de Abel. Por el mismo Señor nuestro.

La Antífona de la Comunión canta el amor misericordioso que el Señor nos demostró con su venida, sin dejarse apartar de sus proyectos divinos por el cúmulo de crímenes que habría de borrar con su propia Sangre para purificar a la Iglesia. Gracias al adorable Misterio de la fe, que obra en el secreto de los corazones, cuando venga visiblemente, no quedará de este pasado doloroso sino un recuerdo de triunfo.

COMUNION

Cristo se ofreció una vez para redimir los pecados de muchos: aparecerá segunda vez sin pecado para salud de los que le esperan.

Saciados de alegría en las fuentes del Señor, que son sus sagradas llagas, pidamos que la Sangre preciosa que enrojece nuestros labios, sea, hasta en la eternidad, la fuente viva en que poseamos la felicidad y la vida.

POSCOMUNION

Admitidos, Señor, a esta sagrada Mesa, hemos bebido con gozo las aguas en las fuentes del Salvador: haz, te suplicamos, que su Sangre sea para nosotros una fuente de agua que salte hasta la vida eterna. Por El, que vive contigo.


martes, 28 de junio de 2022

Breve Novena a Santa María Goretti para alcanzar la virtud de la Santa Pureza

 

Foto real de Santa Maria Goretti.

Oh Santa María Goretti, fortalecida por la gracia de Dios, no vacilaste, incluso a la edad de once años, en derramar tu sangre y sacrificar la vida misma para defender tu pureza virginal. Mira misericordiosamente a la infeliz raza humana  que se ha alejado del camino de la salvación eterna. Enséñanos ese coraje y prontitud al huir de la tentación que nos ayudará a evitar cualquier cosa que pueda ofender a Jesús o manchar nuestras almas con el pecado. Obtén para nosotros un gran horror a la impureza y a todo pecado, victoria en la tentación, consuelo en las penas de la vida y la gracia que te rogamos sinceramente, para que podamos vivir una vida santa en la tierra y ganar la gloria eterna en el Cielo. Amén.

Pedir la Gracia que se desea alcanzar_________

Padre nuestro, Avemaría, Gloria al Padre.

¡Santa María Goretti, ruega por nosotros!

En el Nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo. Amén.


Película de Santa Maria Goretti.




El Papa Pío XII en la canonización de Santa María Goretti, señaló:

Aprendan los padres y madres de familia cuán importante es el que eduquen a los hijos que Dios les ha dado en la rectitud, la santidad y la fortaleza, en la obediencia a los preceptos de la religión católica, para que, cuando su virtud se halle en peligro, salgan de él victoriosos, íntegros y puros, con la ayuda de la gracia divina.



Aprenda la alegre niñez, aprenda la animosa juventud a no abandonarse lamentablemente a los placeres efímeros y vanos, a no ceder ante la seducción del vicio, sino, por el contrario, a luchar con firmeza, por muy arduo y difícil que sea el camino que lleva a la perfección cristiana, perfección a la que todos podemos llegar tarde o temprano con nuestra fuerza de voluntad, ayudada por la gracia de Dios, esforzándonos, trabajando y orando”.





El Papa la llamó "una mártir de la santa pureza”. Durante esta ceremonia Su Santidad Pío XII exhaltó la virtud de la santa.




“Yo pido perdón al mundo entero por mi mala acción contra María Goretti y su pureza, y ruego encarecidamente a todos que se aparten de los espectáculos inmorales, de los juegos, de los peligros y de las acciones de pecar”.
Palabras del arrepentimiento de Alejandro Serenelli 








El testamento espiritual de Alessandro Serenelli, el asesino de Sta. María Goretti :

"Soy un anciano de casi ochenta años y estoy listo para partir. Echando una ojeada a mi pasado, reconozco que en mi primera juventud escogí el mal camino, el camino del mal que me llevó a la ruina. Veía a través de la prensa, los espectáculos y los malos ejemplos que la mayoría de los jóvenes siguen ese mal camino, sin reflexionar. Y yo hice lo mismo sin preocuparme por nada.
Tenía cerca de mí a personas que creían y vivían su fe, pero no me fijaba en esto, cegado por una fuerza salvaje que me arrastraba hacia el mal camino. Cuando tenía veinte años, cometí un crimen pasional, del cual hoy me horrorizo con sólo recordarlo. María Goretti, ahora una santa, fue el ángel bueno que la Providencia puso ante mis pasos. Todavía tengo impresas en mi corazón sus palabras de reproche y de perdón. Ella rezó por mí, intercedió por mí, su asesino.
Luego vinieron 30 años de cárcel. Si no hubiese sido menor de edad, habría sido condenado a cadena perpetua. Acepté la sentencia que merecía, expié con resignación mi culpa. María [Goretti] fue realmente mi luz y mi protectora; con su ayuda, me porté bien y traté de vivir honestamente cuando fui aceptado nuevamente entre los miembros de la sociedad. Los hijos de San Francisco, los capuchinos de le Marche, me recibieron en su monasterio con su angélica caridad, no como a un sirviente sino como a un hermano. Con ellos convivo desde 1936.
Ahora estoy esperando serenamente ser admitido a la visión de Dios, abrazar de nuevo a mis seres queridos, estar junto a mi ángel protector y a su querida madre, Assunta. Desearía que quienes lean estas líneas aprendan la estupenda enseñanza de evitar el mal y de seguir siempre el buen camino, desde la niñez. Piensen que la Religión, con sus mandatos, no es algo que pueda dejarse de lado, sino el verdadero consuelo, la única vía segura en todas las circunstancias, también en las más dolorosas de la vida. ¡Paz y bien!"
Alessandro Serenelli, 5 de mayo de 1961

Novena a Santa María Goretti






 Traducida por este Blog.


En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén


Santa María Goretti que, fortalecida por la gracia de Dios, no dudaste, incluso a la edad de doce años, en derramar tu sangre y sacrificar tu vida  para defender tu pureza virginal, mira con bondad a la infeliz raza  humana, que se ha alejado de la ruta de la salvación eterna. Enséñanos a todos nosotros, y especialmente a la juventud, con  que  valor y prontitud se debe huir para salvar el amor de Jesús, de cualquier cosa que pudiera ofenderlo o manchar nuestra alma con el pecado. Obtennos del Señor la victoria en la tentación, Confórtanos en los dolores de la vida, y obtenme la gracia que ardientemente  te suplico, (mencionar el pedido) y que podamos disfrutar de un día junto a ti de la gloria imperecedera de los cielos. Amén.


 


 Primer día de la Novena:


Amabilísima joven Santa, que valoraste tu pureza por encima de cualquier ganancia terrenal, y que sellaste esta elección con la muerte de un mártir, obtén para mí también un gran amor de esta virtud, gran consoladora del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María.


Los placeres del mundo crean muchas tentaciones para mí. Me dirijo a tu poderosa intercesión en el cielo, para que con esta ayuda pueda permanecer siempre fiel a Dios, no importa cuál sea el precio. En los peligros inspírame siempre a repetir contigo, "No", es un pecado!" Amén.


 Recitar las letanías de la Santísima Virgen seguido por


 Dulce Corazón de Jesús, sé  mi amor!


 Dulce Corazón de María, sé mi salvación!


seguido de


 Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre,


 Santa María Goretti, ruega por nosotros!


 En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


 


Segundo día


En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


 Querida Santa María Goretti, modelo de obediencia y amor a los padres, enseñame  a imitar tu ejemplo. Ayudame a superar todo egoísmo ,el orgullo y terquedad, ilumina a mis padres, y que yo pueda  aceptar la autoridad de ellos como la voz de Dios en mi vida. Ayudame a dirigirme a ellos correctamente y  permiteme obedecerlos. Amén.


Recitar  las letanías de la Santísima Virgen seguido por


Dulce Corazón de Jesús, sé  mi amor!


Dulce Corazón de María, sé mi salvación!


 Recita la oración a Santa María Goretti :


Santa María Goretti que, fortalecida por la gracia de Dios, no dudaste, incluso a la edad de doce años, en derramar tu sangre y sacrificar tu vida  para defender tu pureza virginal, mira con bondad a la infeliz raza  humana, que se ha alejado de la ruta de la salvación eterna. Enséñanos a todos nosotros, y especialmente a la juventud, con  que  valor y prontitud se debe huir para salvar el amor de Jesús, de cualquier cosa que pudiera ofenderlo o manchar nuestra alma con el pecado. Obtennos del Señor la victoria en la tentación, Confórtanos en los dolores de la vida, y obtenme la gracia que ardientemente  te suplico, (mencionar el pedido) y que podamos disfrutar de un día junto a ti de la gloria imperecedera de los cielos. Amén.


 


seguido de


 Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre,


 Santa María Goretti, ruega por nosotros!


 En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


 


Día Tercero:


 En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


 Mi querida Santa María! Que estaban lista para el momento del martirio, porque tu corta vida la dedicaste a la diaria y heroica abnegación. Tu gran amor a los Sagrados Corazones hizo todo esto posible. Enséñame a amar a Jesús y a su Santísima Madre, para que yo también me sienta estimulado a la diaria  abnegación. Tengo inclinación  a mimarme, para satisfacer mis sentidos, y me disculpo de todos la penitencia. Esto me impide ser un verdadero seguidor de Cristo. Ayúdame, Mártir  amable, para tener una práctica sincera de la abnegación, para que pueda ser  digno seguidor de Cristo  y así ganar el cielo para toda la Eternidad. Amén.


 Recitar  las letanías de la Santísima Virgen seguido por


Dulce Corazón de Jesús, sé  mi amor!


Dulce Corazón de María, sé mi salvación!


 Recita la oración a Santa María Goretti :


Santa María Goretti que, fortalecida por la gracia de Dios, no dudaste, incluso a la edad de doce años, en derramar tu sangre y sacrificar tu vida  para defender tu pureza virginal, mira con bondad a la infeliz raza  humana, que se ha alejado de la ruta de la salvación eterna. Enséñanos a todos nosotros, y especialmente a la juventud, con  que  valor y prontitud se debe huir para salvar el amor de Jesús, de cualquier cosa que pudiera ofenderlo o manchar nuestra alma con el pecado. Obtennos del Señor la victoria en la tentación, Confórtanos en los dolores de la vida, y obtenme la gracia que ardientemente  te suplico, (mencionar el pedido) y que podamos disfrutar de un día junto a ti de la gloria imperecedera de los cielos. Amén.


 


 


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 Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre,


 Santa María Goretti, ruega por nosotros!


 En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


 


Día cuarto


En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


Santa querida! tus días los pasaste en la inmundicia de los pantanos, de buena gana ayudando a tus desesperados padres muy pobres y a la familia. Obtén para mí la gracia de aceptar mis circunstancias presentes en la vida, no importa cuán difícil o humillantes sean. "Sólo una pequeña gota de agua" fue la única petición que cayó de tus labios resecos durante las últimas horas horribles de tu vida. Y yo cuánto exijo, lo infeliz que soy cuando no puede tener mi parte de las comodidades del mundo y las atracciones llamativas! Enséñame con tu heroico ejemplo a conformarme  con lo que tengo, a ser agradecido por las bendiciones que Dios ha derramado sobre mí. Amén.


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Dulce Corazón de Jesús, sé  mi amor!


Dulce Corazón de María, sé mi salvación!


 Recita la oración a Santa María Goretti :


Santa María Goretti que, fortalecida por la gracia de Dios, no dudaste, incluso a la edad de doce años, en derramar tu sangre y sacrificar tu vida  para defender tu pureza virginal, mira con bondad a la infeliz raza  humana, que se ha alejado de la ruta de la salvación eterna. Enséñanos a todos nosotros, y especialmente a la juventud, con  que  valor y prontitud se debe huir para salvar el amor de Jesús, de cualquier cosa que pudiera ofenderlo o manchar nuestra alma con el pecado. Obtennos del Señor la victoria en la tentación, Confórtanos en los dolores de la vida, y obtenme la gracia que ardientemente  te suplico, (mencionar el pedido) y que podamos disfrutar de un día junto a ti de la gloria imperecedera de los cielos. Amén.


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Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre,


 Santa María Goretti, ruega por nosotros!


 En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


 


Día Quinto


En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


 Querida joven santa , dependo en gran medida de la ayuda de mis amigos en tiempo de angustia o tristeza. Busco su aprobación en muchas de las cosas que hago. Cuando estoy en desconsuelo y cuando me siento en soledad. Por eso a través de tu poderosa intercesión en el cielo, obtén para mí la gracia de poner toda mi confianza solo en Dios. Sólo caminando constantemente en su presencia y, dependiendo de su ayuda, voy a tener el coraje de defender sus leyes, a pesar de que esto pueda significar la pérdida de mis amigos, la crítica y la remoción completa de la comodidad terrenal. Ayúdame a buscar todas mis fuerzas en él. Amén.


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Dulce Corazón de Jesús, sé  mi amor!


Dulce Corazón de María, sé mi salvación!


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Santa María Goretti que, fortalecida por la gracia de Dios, no dudaste, incluso a la edad de doce años, en derramar tu sangre y sacrificar tu vida  para defender tu pureza virginal, mira con bondad a la infeliz raza  humana, que se ha alejado de la ruta de la salvación eterna. Enséñanos a todos nosotros, y especialmente a la juventud, con  que  valor y prontitud se debe huir para salvar el amor de Jesús, de cualquier cosa que pudiera ofenderlo o manchar nuestra alma con el pecado. Obtennos del Señor la victoria en la tentación, Confórtanos en los dolores de la vida, y obtenme la gracia que ardientemente  te suplico, (mencionar el pedido) y que podamos disfrutar de un día junto a ti de la gloria imperecedera de los cielos. Amén.


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Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre,


 Santa María Goretti, ruega por nosotros!


 En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


 


Día Sexto


En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


 Santa querida! Ayúdame a tener un  mayor amor de mi fe. He tenido muchas oportunidades dadas por  Dios  de estudiar mi fe, pero, por desgracia, yo he sido negligente. Critico incluso a   los sacerdotes, religiosos y religiosas que ofrecen sus vidas te ruego que yo pueda conocer mejor y amar a mi Santa Religión. Querida Santa María Goretti, enséñame a ser agradecido por todas las gracia que yo poseo y que tu no tenía. Haz que me sienta orgulloso de mi fe y dispuestos a morir por ella, si Dios así lo exige de mí Amén.


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Dulce Corazón de Jesús, sé  mi amor!


Dulce Corazón de María, sé mi salvación!


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Santa María Goretti que, fortalecida por la gracia de Dios, no dudaste, incluso a la edad de doce años, en derramar tu sangre y sacrificar tu vida  para defender tu pureza virginal, mira con bondad a la infeliz raza  humana, que se ha alejado de la ruta de la salvación eterna. Enséñanos a todos nosotros, y especialmente a la juventud, con  que  valor y prontitud se debe huir para salvar el amor de Jesús, de cualquier cosa que pudiera ofenderlo o manchar nuestra alma con el pecado. Obtennos del Señor la victoria en la tentación, Confórtanos en los dolores de la vida, y obtenme la gracia que ardientemente  te suplico, (mencionar el pedido) y que podamos disfrutar de un día junto a ti de la gloria imperecedera de los cielos. Amén.


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Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre,


 Santa María Goretti, ruega por nosotros!


 En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


 


Día Séptimo

 En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


 Querida santa, nunca ha habido  un corazón humano  como el tuyo que le ha dado la más bella la bienvenida a Jesús  El gran día de tu Primera Comunión no pudo llegar con la suficiente rapidez que deseabas. Con ropa prestada y la cabeza coronada de flores del campo, te arrodillaste para recibir en tu alma, tan abundante en inocencia y en amor, y esto  después de meses de entusiasta espera !


 Intercesora Oh de gran alcance con el Cordero de Dios, inflama mi alma con tu "ardiente deseo de recibir a Jesús en la Eucaristía." Obtén para mí la gracia de dejar de lado la pereza y la indiferencia, la holgazanería de modo que pueda a menudo e incluso a diario, permitirme  ser consumido en el "horno ardiente de la caridad". Enséñame lo que es el verdadero amor! Amén.


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Dulce Corazón de Jesús, sé  mi amor!


Dulce Corazón de María, sé mi salvación!


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Santa María Goretti que, fortalecida por la gracia de Dios, no dudaste, incluso a la edad de doce años, en derramar tu sangre y sacrificar tu vida  para defender tu pureza virginal, mira con bondad a la infeliz raza  humana, que se ha alejado de la ruta de la salvación eterna. Enséñanos a todos nosotros, y especialmente a la juventud, con  que  valor y prontitud se debe huir para salvar el amor de Jesús, de cualquier cosa que pudiera ofenderlo o manchar nuestra alma con el pecado. Obtennos del Señor la victoria en la tentación, Confórtanos en los dolores de la vida, y obtenme la gracia que ardientemente  te suplico, (mencionar el pedido) y que podamos disfrutar de un día junto a ti de la gloria imperecedera de los cielos. Amén.


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Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre,


 Santa María Goretti, ruega por nosotros!


 En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


 


Día Octavo:


En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


Estimada  Mártir tan pequeña! 


hasta lo último seguiste a tu  amado Jesús! Él, mientras estaba colgado  sobre su cruz del sufrimiento, pronuncio con los labios resecos, "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!" Y que en tu lecho de dolor, ardiendo de fiebre, perdonaste a tu asesino con las palabras: "Yo también lo perdone ... yo también le deseo  para el unirse a mí en el Paraíso!


Concédeme la gracia, oh heroica Santa, de ser caritativo con los demás! .Mucho de mi tiempo lo dedico en los pensamientos vengativos, buscando cómo puedo pagar a otros el daño que me han hecho a mí. Enséñeme a perdonar, de modo que pueda no sólo ganar cielo, sino también llevar a otros allí que de otro modo podrían ser condenados al infierno. Si yo voy a seguir a Cristo, ayudame a imitar su caridad, incluso como tu como lo has hecho. Amén


Recitar  las letanías de la Santísima Virgen seguido por


Dulce Corazón de Jesús, sé  mi amor!


Dulce Corazón de María, sé mi salvación!


Recita la oración a Santa María Goretti :


Santa María Goretti que, fortalecida por la gracia de Dios, no dudaste, incluso a la edad de doce años, en derramar tu sangre y sacrificar tu vida  para defender tu pureza virginal, mira con bondad a la infeliz raza  humana, que se ha alejado de la ruta de la salvación eterna. Enséñanos a todos nosotros, y especialmente a la juventud, con  que  valor y prontitud se debe huir para salvar el amor de Jesús, de cualquier cosa que pudiera ofenderlo o manchar nuestra alma con el pecado. Obtennos del Señor la victoria en la tentación, Confórtanos en los dolores de la vida, y obtenme la gracia que ardientemente  te suplico, (mencionar el pedido) y que podamos disfrutar de un día junto a ti de la gloria imperecedera de los cielos. Amén.


Seguido de


Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre,


Santa María Goretti, ruega por nosotros!


En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén



 


Día Noveno


En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén


Querida Santa María Goretti! Una vez más me dirijo a vosotros, y ruego que con las palabras de nuestro Santo Padre, el Papa Pío XII, que "la serenidad de espíritu y la alegría profunda que es la herencia de aquellos que son puros de corazón." Ayúdame a acudir a la Santísima Virgen, confiada en la esperanza de que ella tomará  mi mano como lo hizo contigo, y me llevará  hacia el Paraíso, mi patria celestial, para disfrutar contigo y con ella, la compañía de Dios Padre, hijo y Espíritu Santo por toda la Eternidad. Amén


Recitar  las letanías de la Santísima Virgen seguido por


Dulce Corazón de Jesús, sé  mi amor!


Dulce Corazón de María, sé mi salvación!


Recita la oración a Santa María Goretti :


Santa María Goretti que, fortalecida por la gracia de Dios, no dudaste, incluso a la edad de doce años, en derramar tu sangre y sacrificar tu vida  para defender tu pureza virginal, mira con bondad a la infeliz raza  humana, que se ha alejado de la ruta de la salvación eterna. Enséñanos a todos nosotros, y especialmente a la juventud, con  que  valor y prontitud se debe huir para salvar el amor de Jesús, de cualquier cosa que pudiera ofenderlo o manchar nuestra alma con el pecado. Obtennos del Señor la victoria en la tentación, Confórtanos en los dolores de la vida, y obtenme la gracia que ardientemente  te suplico, (mencionar el pedido) y que podamos disfrutar de un día junto a ti de la gloria imperecedera de los cielos. Amén.


Seguido de


Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre,


Santa María Goretti, ruega por nosotros!


En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. amén

domingo, 26 de junio de 2022

Súplica a San Pelayo por España -Mártir de la Pureza y la Fe por rechazar la homosexualidad y el Islam

 Mártir por la fe y la pureza.

Memorial: 26 de junio 

Martirio de San Pelayo, el mártir que convirtió a muchos en la prisión.


Patronazgo: Castidad y jóvenes, personas abandonadas, víctimas de tortura, Castro Urdiales, España. 

Ejemplo de virtud de castidad juvenil frente a la homosexualidad. 

Modelo de pureza, de heroísmo y de fe para sacerdotes y seminaristas.


San Pelayo es el patrono del Seminario Menor de Tui, sus restos fueron trasladado a León y posteriormente a Oviedo, donde es venerado en un monasterio de monjas benedictinas.






SÚPLICA POR ESPAÑA.

(– Dom Prospero Gueranger, Abad de Solesmes

— Oh Pelayo, ¡cuán grande es tu gloria en el cielo! Con Justo y Pastor, con Dominguito del Val, con Eulalia y Julia y con Flora formas un manojito de encendidos claveles y de blancas azucenas digno de presentarse al Rey de la gloria. Ni la brillante corte del Califa de Córdoba, ni sus deslumbrantes promesas engañaron tus ojos. Preferiste a esos engañosos y caducos placeres la incomparable gloria prometida por Jesucristo a los que dan su vida por él. Acuérdate de pedir por España, libre ya de musulmanes pero no de marxistas, para que conserve su fe. Sobre todo ruega por la juventud, cuya fe trata de pervertirse con doctrinas de perversas filosofías, y cuya castidad se encuentra amenazada por un sensualismo pagano.





San Antonio de Padua Confesor y Doctor de la Iglesia: Estos son los siete candelabros que iluminan a todas las iglesias, reunidas por el Espíritu de la gracia septiforme, en medio de las cuales el prelado, a semejanza del Hijo del hombre, o sea, de Jesucristo, debe caminar en la pobreza, en la humildad, en la obediencia, vestido del alba blanca. El alba es la túnica talar, que llevaba Aarón, y significa la castidad del cuerpo, a la que se debe unir la pureza del corazón.




Del oficio de lectura, 26 de junio, San Pelayo, Mártir


De las cartas de san Bernardo, abad

Carta 42, a Enrique, arzobispo de Sens

La castidad, la caridad y la humildad carecen externamente de relieve, pero no de belleza; y, ciertamente, no es poca su belleza, ya que llenan de gozo a la divina mirada. ¿Qué hay más hermoso que la castidad, la cual purifica al que ha sido concebido de la corrupción, convierte en familiar de Dios al que es su enemigo y hace del hombre un ángel?


El hombre casto y el ángel son diferentes por su felicidad, pero no por su virtud. Y, si bien la castidad del ángel es más feliz, sabemos que la del hombre es más esforzada. Sólo la castidad significa el estado de la gloria inmortal en este tiempo y lugar de mortalidad; sólo la castidad reivindica para sí, en medio de las solemnidades nupciales, el modo de vida de aquella dichosa región en la cual ni los hombres ni las mujeres se casarán, y permite, así en la tierra la experiencia de la vida celestial.


Sin embargo, aunque la castidad sobresalga de modo tan eminente, sin la caridad no tiene ni valor ni mérito. La castidad sin la caridad es una lámpara sin aceite; y, no obstante, como dice el sabio, qué hermosa es la generación casta, con caridad, con aquella caridad que, como escribe el Apóstol, brota del corazón limpio, de la buena conciencia y de la fe sincera.



Oración

Señor, Padre nuestro, que prometiste a los limpios de corazón la recompensa de ver tu rostro, concédenos tu gracia y tu fuerza, para que, a ejemplo de san Pelayo, mártir, antepongamos tu amor a las seducciones del mundo y guardemos el corazón limpio de todo pecado. Por nuestro Señor Jesucristo. Amen.





sábado, 25 de junio de 2022

Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María por la Pureza

 





Oh, Inmaculado Corazón de María, Virgen Purísima, consciente de los terribles peligros morales que amenazan por todos lados, y consciente de mi propia debilidad humana, me pongo voluntariamente, en cuerpo y alma, hoy y siempre, bajo tu amoroso cuidado maternal y protección. Te consagro mi cuerpo, con todos sus miembros, pidiéndote que me ayudes a nunca usarlo como ocasión de pecado para otros. Ayúdame a recordar que mi cuerpo es "El Templo del Espíritu Santo", y a usarlo de acuerdo a la Santa Voluntad de Dios, para mi propia salvación personal y la salvación de los demás. Te consagro mi alma, pidiéndote que la cuides y la lleves a salvo a ti y a Jesús en el Cielo por toda la eternidad. Oh María, Madre mía, todo lo que soy, todo lo que tengo es tuyo. Ampárame y guárdame bajo tu manto de misericordia como tu propiedad y posesión personal. "¡Jesús, María, os amo, salvad las almas!"

 Imprimatur: Obispo Albert Zuroweste Belleville, Illinois


La fiesta del Corazón Inmaculado de María fue oficialmente establecida en toda la Iglesia por el papa Pío XII, el 4 de mayo de 1944, para obtener por medio de la intercesión de María "la paz entre las naciones, libertad para la Iglesia, la conversión de los pecadores, amor a la pureza y la práctica de las virtudes".

Del texto de la consagración de Pío XII:

Ante tu trono nos postramos suplicantes, seguros de alcanzar misericordia, de recibir gracias y el auxilio oportuno... Obtén paz y libertad completa a la Iglesia santa de Dios; detén el diluvio del neopaganismo; fomenta en los fieles el amor a la pureza, la práctica de la vida cristiana y del celo apostólico, para que los que sirven a Dios aumenten en mérito y número

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La sabiduría no entra en un alma perversa,
ni vive en un cuerpo entregado al pecado.
Sabiduría 1:4
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“Nuestro Señor preservó el alma y el cuerpo de la Bendita Virgen en su pureza, para recibir en su vientre a Dios mismo. Porque, como Dios es Santo, Él solo reposa en lugares santos”. —•San Juan Damasceno


Para ser un verdadero devoto de la Virgen María debemos:
Principalmente evitar el pecado e imitar sus virtudes.
Lo que más desagrada a la Virgen María es el pecado.

 “Por eso, cada uno debe estar persuadido de que, si la piedad que declara hacia la Santísima Virgen no le aparta del pecado o no le estimula a la decisión de enmendar las malas costumbres, su piedad es artificial y falsa, por cuanto carece de su fruto propio y genuino” 
(Papa San Pío X) 

                      

“¿En qué consiste la verdadera devoción a María Santísima?” –contesta San Antonio María Claret -: “En abstenerse de todo pecado, imitar sus virtudes, tributarle algunos obsequios, frecuentar los Santos Sacramentos, y hacer bien, con agrado y perseverancia, las oraciones y demás cosas de su servicio”.

 
Debemos tratar de imitar a la Virgen María especialmente en su pureza y castidad, su humildad, su caridad y su perfecta obediencia a la Ley de Dios.

 Cita del Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María San Luis María Grignion de Montfort)

El demonio, como falso acuñador de moneda y ladrón astuto y experimentado, ha engañado y hecho caer ya a muchas almas por medio de falsas devociones a la Santísima Virgen y cada día utiliza su experiencia diabólica para engañar a muchas otras, entreteniéndolas y adormeciéndolas en el pecado, so pretexto de algunas oraciones mal recitadas y de algunas prácticas exteriores inspiradas por él.
Como un falsificador de moneda no falsifica ordinariamente sino el oro y la plata muy rara vez los otros metales, porque no valen la pena, así el espíritu maligno no falsifica las otras devociones tanto como las de Jesús y María, la devoción a la Santísima Comunión y la devoción a la Virgen, porque son entre las devociones, lo que el oro y la plata entre los metales.




San Ambrosio: Sírvanos la vida de María de modelo de virginidad, cual imagen que se hubiera trasladado a un lienzo; en ella, como en espejo, brilla la hermosura de la castidad y la belleza de toda virtud. Virgen no sólo en la carne, sino también en su alma, sin que la menor doblez de malicia corrompiese la pureza de sus afectos; humilde en su corazón, prudente en las palabras, madura en el consejo, parca en su conversación [...] solícita en sus labores. A nadie hizo mal, quiso bien a todos, respetó a los mayores, fue amable para con los iguales [...]. He aquí la imagen de la verdadera virginidad. Esta fue María, cuya vida pasó a ser norma para todas las vírgenes (Trat. sobre las vírgenes, 2).