lunes, 31 de enero de 2022

Máximas de Don Bosco sobre la Virtud de la Pureza y la Castidad



Castidad

140 Lo que debe distinguirnos de los demás, lo que debe ser la característica de nuestra Congregación es la virtud de la castidad. (XII, 224)

141 La castidad será el mejor triunfo de la Congregación y la forma más patente de agradecer a Dios tantos favores que nos ha concedido. (XII, 225). 

142 Si alguno moralmente no está seguro de poder conservar la castidad, por caridad, no intente hacerse sacerdote ni religioso. (XI, 574). 

143 Vino y castidad no pueden estar juntos. (IV, 184). 

144 Humildad, obediencia, castidad, serán siempre agradables a María Santísima. (VIII, 131). 

145 La virtud sobresaliente de los Salesianos debe ser la Castidad; así como los hijos de San Francisco de Asís se distinguen por su pobreza, y los hijos de San Ignacio sobresalen por la obediencia. (SM. 183). 

146 Medios positivos para conservar la castidad: oración, evitar el ocio, frecuentar los Santos Sacramentos y ser cuidadoso en las cosas pequeñas. (IX, 708). 

147 Medios negativos para conservar la castidad: huir de las ocasiones. (IX, 709). 

148 Gula y castidad y especialmente vino y castidad, nunca pueden armonizar en una persona. (XI, 517). 

149 Estad seguros que seréis bendecidos del Señor si conserváis la bella virtud, y huís de todas las cosas contrarias a la castidad. (XI, 522). 

150 Mientras uno no pueda estar moralmente seguro de conservar la castidad - que es el fundamento y base de las otras virtudes- , yo no le aconsejaría que siguiera adelante en la vocación. (XI, 574). 

151 La castidad es, según mi parecer, la base de todas las virtudes, que debe servir como fundamento básico de un edificio religioso. (XI, 580). 

152 La bella virtud de la castidad es el centro de las demás virtudes. (XII, 15). 

153 La ocupación constante es el medio más eficaz para conservar la castidad. (XII, 16). 

154 La mortificación de los sentidos nos ayuda a conservar la castidad y a fortificar el espíritu. (XII, 15). 

155 En los tiempos actuales, es necesario contar con una modestia a toda prueba y con una castidad firme. (XII, 224). 

156 La castidad es la reina de las virtudes, la virtud que conserva las demás. (XII, 470). 

157 Quisiera emplear días enteros para hablaros solamente de la castidad. (XII, 564). 

158 La castidad perfecta asegura la victoria sobre todos los vicios. (XII, 626). 





Pureza

797 Cuando un sacerdote vive casto y puro, llega a ser dueño de los corazones y es venerado por todos los fieles. (IX, 387). 

798 Toda virtud en los niños es un precioso adorno que los hace amados de Dios y de los hombres. Pero la reina de todas las virtudes, la virtud angélica, la santa pureza, es un tesoro de tal precio, que los niños que la poseen serán semejantes a los ángeles del cielo. (BAC. 675). 

799 La pureza es un diamante de gran valor; si ponéis un tesoro a la vista de un ladrón, corréis el riesgo de ser asaltados. (BAC. 676). 

800 Los limpios de corazón verán a Dios. Por puros de corazón se entiende a los que si por desgracia pecaron, se levantan enseguida. (XVIII, 19). 



801 Comenzad pronto a practicar la virtud y os aseguro que siempre tendréis el corazón alegre y contento, y conoceréis cuán dulce y suave es servir al Señor. (BAC. 670). 

802 Para conservar la castidad es necesario trabajar y rezar. Si, oración y mortificación. (XII,468). 

803 La virtud de la pureza es tan preciosa y tan agradable a Dios Ntro. Señor, que jamás ha dejado sin protección especial en todos los tiempos y circunstancias a los que la practican. (VII, 824). 

804 La castidad es el adorno más bello del cristiano. (X, 1088). 

805 El ocio y la castidad no pueden andar nunca juntos. (XIII, 801). 42 

806 La castidad debe ser centro de todas nuestras acciones. (XII, 224). 

807 Observando la pureza estáis seguros de caminar por el camino recto. Todas vuestras acciones, hasta las más pequeñas, serán agradables a Dios, de todas recabaréis inmensos méritos y estaréis ciertos de llegar al premio inmortal de la Patria Celestial, al pleno goce de Dios. (XII,224)

808 Si amáis esta virtud tan delicada, tan gentil, de la pureza, "seréis como los ángeles del cielo". Amando esta virtud tendréis el santo temor de Dios, la paz en el corazón; ya no habrá congojas ni remordimientos, sino un gran atractivo por las cosas que miran al servicio de Dios y disposición para sufrir todo por Él. (XII, 224). 

809 La pureza debe ser el centro de todas nuestras acciones. En los tiempos presentes es necesaria una modestia a toda prueba y una gran castidad. (XII, 224). 

810 Creo que se puede aplicar a la virtud de la pureza la frase de la Escritura: "Todos los bienes me vinieron con ella". Teniéndola, se tendrán todas las demás virtudes. Las atrae a todas. No teniéndola se esfumarán todas las demás, como si no existieran, (XII, 224). 

811 Rogad ardientemente al Señor que os conceda la virtud de la pureza y os la conserve, pues, teniéndola, no necesitaréis preocuparos más. Con la observancia de la pureza os vendrán del cielo todos los bienes y todos los consuelos. (XII, 224). 

812 Reúne con frecuencia a los maestros, asistentes, jefes de grupo y de paseo, y diles a todos que se esfuercen por impedir las conversaciones peligrosas, alejar todo escrito, estampas, "hic scientis est", y cualquier cosa que ponga en peligro la reina de las virtudes: la pureza. Den buenos consejos, usen la caridad con los chicos; conociendo algún muchacho peligroso para los compañeros, que te lo digan pronto y empléense las diligencias requeridas. (VII, 525).

813 Por ningún motivo se acepten muchachos expulsados de otro colegio, o que de cualquier modo conste que son de malas costumbres. Si a pesar de las debidas precauciones sucediera que entrara alguno de éstos, asígnenle inmediatamente un compañero seguro que no lo abandone jamás. Y si falta, avísale una vez con severidad, y si re incide, aléjalo del colegio. (XII, 526). 

814 Esforzáos para alejar cualquier pensamiento que pudiera, aún remotamente, empañar la virtud de la pureza. Lo que más ayuda a conservarla íntegramente es la obediencia a Dios, porque estas dos virtudes, obediencia y pureza, se complementan la una con la otra, pues, conservando la exacta obediencia, se conserva también el inestimable tesoro de la pureza (XII, 224). 

815 Nunca serás bastante severo en las cosas que ayudan a conservar la moralidad. (I, 153-4). 

816 Recuerden los Directores que son responsables de la reputación de ellos mismos, de los hermanos y de los jóvenes. Los niños por ser pequeños no hablan, pero encontrándose después con los familiares platican y aumentan tal vez, hechos, con detrimento de nuestra buena fama y de la gloria de Dios. Ciertos actos inocentes de afecto hacia los jovencitos pueden ser empleados por el Superior, pero no por otros. (XVI, 416-7). 

817 A todos les he estrictamente recomendado y vuelto a recomendar en la presencia de Dios y en la presencia de los hombres, el deber de cuidar la castidad de los Salesianos y de los que en cualquier modo o por cualquier concepto nos confía la Divina Providencia. (XVII, 268). 

818 Ni por burla, ni por broma, ni por ninguna otra razón o pretexto, se pronuncien palabras que muevan a risa o resten estima o benevolencia hacia personas de otro sexo. Léase y hágase entender bien el significado de estas expresiones y dése explicaciones en distintas oportunidades. (XVII, 269). 43 

819 Debes darte cuenta de modo particular qué relaciones morales existen entre maestros y asistentes, entre sí y con los alumnos a ellos confiados. (XVII, 260). 

820 Nuestros oídos los hemos consagrado enteramente a Dios; así pues no escuches al que murmura o siembra descontento; desecha toda malicia en tus conversaciones, y huye de las reuniones en donde el hablar, aunque no sea malo, sea ligero. (XII, 452).


965 Las diversiones mundanas traen siempre el riesgo de arruinar la virtud, especialmente la delicadísima virtud de la castidad. (I, 421).

977 Donde hay castidad, allí estarán las demás virtudes, pues ella las atrae. Donde no hay castidad, las demás virtudes desaparecen como si no existieran. (XII, 224).

999 Antes de pronunciar los votos, hay que asegurarse si existe alguna garantía para observar la castidad. (XIV, 124).

Don Bosco recomendó siempre pedirle a la Virgen María estas tres gracias todos los días, sin cansarnos nunca de pedirlas porque son importantísimas para vuestra salvación:
1. Evitar siempre el pecado mortal y conservar la gracia de Dios.
2. Huir siempre de toda amistad dañina para el alma.
3. Conservar siempre la bella virtud de la castidad.




“Hágase notar, dígase y predíquese   siempre que María Auxiliadora ha obtenido y obtendrá siempre gracias particulares, y aún extraordinaria y milagrosas a los que ayudan cristianamente a la juventud en peligro, con obras, con consejos, con el buen ejemplo o simplemente con su oración”. Don Bosco

Sancte Ioannes Bosco, ora pro nobis.

María Auxilium Christianorum, ora pro nobis

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