viernes, 3 de mayo de 2024

Acto de reparación al Sagrado Corazón de Jesús (para el primer viernes del mes)

 


Hermanos, ya no es un secreto que estamos viviendo la crucifixión de la Iglesia liderada por el apóstata Jorge Mario Bergoglio. Para poder salvarnos los católicos debemos rechazar toda su agenda diabólica y permanecer firmes al Verdadero Evangelio de Jesucristo como nos enseñó   en las Escrituras Nuestro Señor Jesucristo; pues sabemos que sólo el que persevere hasta al final ese será salvo.


San Mateo 24:11-14
Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

Los que sigan unidos al apóstata Jorge Mario Bergoglio se han sumado activa o pasivamente a su rebelión contra Dios y contra la Iglesia. Han traicionado a Cristo y la Iglesia católica para unirse a la anti iglesia del anticristo. 

Oración en reparación por las blasfemias, compuesta por Su Santidad Pío XII


¡Oh, Augustísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que aun siendo infinitamente feliz en Ti y por Ti por toda la eternidad, te dignas aceptar benignamente el homenaje que de toda la Creación se alza hasta tu trono excelso!
 Entorna tus ojos, te rogamos, y cierra tus oídos divinos ante aquellos desventurados que, o cegados por la pasión o arrastrados por un impulso diabólico, blasfeman inicuamente contra tu nombre y los de la Purísima Virgen María y los santos.
 Detén, ¡oh, Señor!, el brazo de tu justicia, que podría reducir a la nada a quienes se atreven a hacerse reos de tanta impiedad.
 Acepta el himno de gloria que incesantemente se eleva desde toda la naturaleza: desde al agua de la fuente que corre limpia y silenciosa, hasta los astros que brillan y recorren una órbita inmensa, en lo alto de los cielos, movidos por tu Amor.
 Acepta en reparación el coro de alabanzas que, como el incienso ante el altar, surge de tantas almas santas que caminan, sin desviarse jamás, por los senderos de tu ley, y con asiduas obras de caridad y penitencia intentan aplacar tu justicia ofendida.
 Escucha el canto de tantos espíritus elegidos que consagran su vida a celebrar tu gloria, y la alabanza perenne que a todas horas y en todo lugar te ofrece la Iglesia.
 Y haz que un día, convertidos a Ti los corazones blasfemos, todas las lenguas y todos los labios entonen concordes en este tierra aquel canto que resuena sin cesar en los coros de los ángeles: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios de los Ejércitos. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Amen.


 

 

RENOVACIÓN DE LA CONSAGRACIÓN PARA LOS PRIMEROS VIERNES DE MES
Se recomienda hacer después de comulgar y de ser posible delante de la imagen del Sagrado Corazón
¡Oh amabilísimo Jesús mío! Para probarte mi gratitud,
y en desagravio del gran número de infidelidades con que
te he ofendido, yo_______________ te ofrezco mi corazón, me
consagro enteramente a Ti y propongo con tu gracia no volver a ofenderte jamás.


 


NUEVE PRIMEROS VIERNES. PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR

 
 

 A los que vivan la devoción a su Sagrado Corazón


 


A partir de la primera revelación, Santa Margarita María Alacoque sufriría todos los primeros viernes de mes, hasta su muerte, la experiencia mística de la llaga del costado de Jesús. Estos eran los momentos particularmente elegidos por el Señor para manifestarle lo que quería de ella y para descubrirle los secretos de su amable Corazón.

Propósito de la devoción: 

Reparación al Corazón de Jesús.

 
Las promesas de Jesús dada por medio de Santa Margarita María Alacoque a los que practicaran y propagaran dicha devoción. Incluye la promesa a quienes comulguen nueve primeros viernes de mes.

El motivo principal de la devoción debe ser el amor a Jesús y no solo las promesas ligadas a ella. Sin embargo si el mismo Jesús quiso darnos un aliciente con sus promesas, podemos legítima y provechosamente apoyarnos también en ellas para fortalecer nuestra débil voluntad para todo lo que es el servicio de Dios. 


Consiste en comulgar (naturalmente en estado de gracia, habiendo confesado antes si se está en pecado mortal) el primer viernes de cada mes durante nueve meses seguidos. Esfuérzate en no interrumpirlos. Si por alguna causa has dejado de comulgar un solo primer Viernes, has de empezar otra vez. Se sugiere confesarse con intención de reparar las ofensas al Sagrado Corazón.

Para ganar esta gracia debemos: 
1-Recibir sin interrupción la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes consecutivos.
2-Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.
3-Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.
4-Oración: "Oh Dios, que en el corazón de tu Hijo, herido por nuestros pecados, has depositado infinitos tesoros de caridad; te pedimos que, al rendirle el homenaje de nuestro amor, le ofrezcamos una cumplida reparación. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío."

Promesas:

(1) Les daré todas las gracias necesarias en su estado de vida.
(2) Estableceré la paz en sus hogares.
(3) Los consolaré en todas sus aflicciones.
(4) Seré su refugio en su vida y sobre todo en la muerte.
(5) Bendeciré grandemente todas sus empresas.
(6) Los pecadores encontrarán en Mi Corazón la fuente y el océano infinito de misericordia.
(7) Las almas tibias crecerán en fervor.
(8) Las almas fervorosas alcanzarán mayor perfección.
(9) Bendeciré el hogar o sitio donde esté expuesto Mi Corazón y sea honrado.
(10) Daré a los sacerdotes el don de tocar a los corazones más empedernidos.
(11) Los que propaguen esta devoción, tendrán sus nombres escritos en Mi Corazón, y de El, nunca serán borrados.


(12) Nueve primeros viernes: Yo les prometo, en el exceso de la infinita misericordia de mi Corazón, que Mi amor todopoderoso le concederá a todos aquellos que comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final; no morirán, en desgracia ni sin recibir los sacramentos; Mi divino Corazón será su refugio seguro en este último momento.

Fuente: Catolicidad


Recuerden hermanos que en esta página recomendamos no participar en las misas de los curas heréticos bergoglianos sino con fieles sacerdotes católicos que prediquen la Sana Doctrina y que estén en contra del aborto y de la homosexualidad; porque en ese caso no estarían reparando si por el contrario se están haciendo participes y cómplices de la gran apostasía que lidera el falso papa Jorge Mario Bergoglio.

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