Oh Señor, infinitamente bendito y glorificado en tus santos, quien inspiraste a San Chárbel, el monje santo, a vivir la vida perfecta de ermitaño. Te damos gracias por otorgarle la bendición y la fuerza para desprenderse del mundo para que triunfe en su ermita el heroísmo de las virtudes monásticas de pobreza, obediencia y castidad.
Señor, Tú escogiste a San Chárbel como modelo de todas las virtudes para bendición de todas las personas, y convertiste a muchas almas a través de sus obras y su ejemplo.
Ahora te pedimos que nos otorgues por sus méritos de intercesión que nosotros nos convirtamos realmente, renunciando a todos los pecados y deseos pecaminosos, y haciéndonos cada vez más agradables a ti mediante la práctica de la verdadera virtud, a través de Jesucristo nuestro Señor. Amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario