"Populus, quí ambulabat in tenebris, vidit lucem magnam - El pueblo que caminaba en las tinieblas vio una luz grande" (Is 9, 1).
El término "Adviento" viene del latín adventus, que significa venida, llegada.
Los domingos de este tiempo se llaman 1°, 2°, 3° y 4° de Adviento. Los días del 16 al 24 de diciembre (la Novena de Navidad) tienden a preparar más específicamente las fiestas de la Navidad.
Sentido: El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.
La Escritura nos llama a estar en espera del regreso de Nuestro Señor Jesucristo estando preparados en estado de gracia espiritual, en santidad, siendo vigilantes como lo aprendemos en la parábola de las diez vírgenes.
Los domingos de este tiempo se llaman 1°, 2°, 3° y 4° de Adviento. Los días del 16 al 24 de diciembre (la Novena de Navidad) tienden a preparar más específicamente las fiestas de la Navidad.
Sentido: El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.
La Escritura nos llama a estar en espera del regreso de Nuestro Señor Jesucristo estando preparados en estado de gracia espiritual, en santidad, siendo vigilantes como lo aprendemos en la parábola de las diez vírgenes.
Primera Parte del Adviento:
Desde el primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;Segunda Parte
Desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada "Semana Santa" de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad.
Adviento Histórico. Es la espera en que vivieron los pueblos que ansiaban la venida del Salvador. Va desde Adán hasta la encarnación, abarca todo el Antiguo Testamento.
Adviento Místico. Es la preparación moral del hombre de hoy a la venida del Señor. El hombre se santifica para aceptar la salvación que viene de Jesucristo.
Adviento Escatológico. Es la preparación a la llegada definitiva del Señor, al final de los tiempos, cuando vendrá para coronar definitivamente su obra redentora, dando a cada uno según sus obras.
El término mismo "adviento" admite una doble significación. Puede significar tanto una venida que ha tenido ya lugar como otra que es esperada aún: presencia y espera. En el Nuevo Testamento, la palabra griega equivalente es "parousia", que puede traducirse por venida o llegada, pero que se refiere más frecuentemente a la segunda venida de Cristo, al día del Señor.
San Cirilo de Jerusalén decía: "Anunciamos la venida de Cristo, pero no una sola -dice-, sino también una segunda, mucho más magnífica que la anterior". Y continúa con la contraposición de estas dos venidas: "En la primera venida fue envuelto con pajas en el pesebre; en la segunda se revestirá de luz como vestidura. En la primera soportó la cruz, sin mido a la ignominia; en la otra vendrá glorificado y escoltado por un ejército de ángeles".
Catecismo Mayor San Pío X
1.¿Porqué se llaman ADVIENTO las cuatro semanas que preceden a la fiesta de Navidad? - Las cuatro semanas que preceden a la fiesta de Navidad se llaman Adviento, que quiere decir advenimiento o venida, porque en este tiempo la Iglesia se dispone a celebrar dignamente la memoria de la primera venida de Jesucristo a este mundo con su nacimiento temporal.
2.¿Qué propone la santa Iglesia a nuestra consideración en el Adviento? La santa Iglesia en el Adviento propone a nuestra consideración cuatro cosas:
1.ª, las promesas que Dios había hecho de enviar al Mesías para nuestra salvación;
2.ª, los deseos de los antiguos Padres que suspiraban por su venida;
3.ª, la predicación de San Juan Bautista, que preparaba al pueblo para recibirle exhortando a penitencia;
4.ª, la última venida de Jesucristo en gloria a juzgar a vivos y muertos.
3. ¿Qué hemos de hacer en el Adviento para conformarnos con las intenciones de la Iglesia? - Para conformarnos con las intenciones de la Iglesia en el Adviento hemos de hacer cinco cosas:
1.ª, meditar con viva fe y con ardiente amor el gran beneficio de la Encarnación del Hijo de Dios;
2.ª, reconocer nuestra miseria y la suma necesidad que tenemos de Jesucristo;
3.ª, suplicarle venga a nacer y crecer espiritualmente en nosotros con su gracia;
4.ª, prepararle el camino con obras de penitencia, especialmente frecuentando los Santos Sacramentos;
5.ª, pensar a menudo en su última espantosa venida, y a la vista de ella ajustar a su vida santísima la nuestra, a fin de tener parte en su gloria.
El término mismo "adviento" admite una doble significación. Puede significar tanto una venida que ha tenido ya lugar como otra que es esperada aún: presencia y espera. En el Nuevo Testamento, la palabra griega equivalente es "parousia", que puede traducirse por venida o llegada, pero que se refiere más frecuentemente a la segunda venida de Cristo, al día del Señor.
San Cirilo de Jerusalén decía: "Anunciamos la venida de Cristo, pero no una sola -dice-, sino también una segunda, mucho más magnífica que la anterior". Y continúa con la contraposición de estas dos venidas: "En la primera venida fue envuelto con pajas en el pesebre; en la segunda se revestirá de luz como vestidura. En la primera soportó la cruz, sin mido a la ignominia; en la otra vendrá glorificado y escoltado por un ejército de ángeles".
Catecismo Mayor San Pío X
1.¿Porqué se llaman ADVIENTO las cuatro semanas que preceden a la fiesta de Navidad? - Las cuatro semanas que preceden a la fiesta de Navidad se llaman Adviento, que quiere decir advenimiento o venida, porque en este tiempo la Iglesia se dispone a celebrar dignamente la memoria de la primera venida de Jesucristo a este mundo con su nacimiento temporal.
2.¿Qué propone la santa Iglesia a nuestra consideración en el Adviento? La santa Iglesia en el Adviento propone a nuestra consideración cuatro cosas:
1.ª, las promesas que Dios había hecho de enviar al Mesías para nuestra salvación;
2.ª, los deseos de los antiguos Padres que suspiraban por su venida;
3.ª, la predicación de San Juan Bautista, que preparaba al pueblo para recibirle exhortando a penitencia;
4.ª, la última venida de Jesucristo en gloria a juzgar a vivos y muertos.
3. ¿Qué hemos de hacer en el Adviento para conformarnos con las intenciones de la Iglesia? - Para conformarnos con las intenciones de la Iglesia en el Adviento hemos de hacer cinco cosas:
1.ª, meditar con viva fe y con ardiente amor el gran beneficio de la Encarnación del Hijo de Dios;
2.ª, reconocer nuestra miseria y la suma necesidad que tenemos de Jesucristo;
3.ª, suplicarle venga a nacer y crecer espiritualmente en nosotros con su gracia;
4.ª, prepararle el camino con obras de penitencia, especialmente frecuentando los Santos Sacramentos;
5.ª, pensar a menudo en su última espantosa venida, y a la vista de ella ajustar a su vida santísima la nuestra, a fin de tener parte en su gloria.
El color de los ornamentos del altar y la vestidura del sacerdote es el morado, igual que en Cuaresma, que simboliza austeridad y penitencia. Son cuatro los temas que se presentan durante el Adviento:
I Domingo, la vigilancia en espera de la venida del Señor.
Durante esta primer semana las lecturas bíblicas y la predicación son una invitación con las palabras del Evangelio: "Velen y estén preparados, que no saben cuándo llegará el momento".
II Domingo, la conversión, nota predominante de la predicación de Juan Bautista.
Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.
Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a reflexionar con la exhortación del profeta Juan Bautista: "Preparen el camino, Jesús llega"
III Domingo, preanuncia la alegría mesiánica.
IV Domingo, el anuncio del nacimiento de Jesús hecho a José y a María.
Durante esta primer semana las lecturas bíblicas y la predicación son una invitación con las palabras del Evangelio: "Velen y estén preparados, que no saben cuándo llegará el momento".
II Domingo, la conversión, nota predominante de la predicación de Juan Bautista.
Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos.
Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a reflexionar con la exhortación del profeta Juan Bautista: "Preparen el camino, Jesús llega"
III Domingo, preanuncia la alegría mesiánica.
IV Domingo, el anuncio del nacimiento de Jesús hecho a José y a María.
Bernardo dice en el Sermón quinto sobre el primer Adviento, viene en carne y debilidad; en el segundo viene en espíritu y poderío; en el tercero viene en gloria.
Domingo I de Adviento
COMENTARIO DE SAN AGUSTÍN AL EVANGELIO DEL DOMINGO
LECTURAS "Todo estado de vida en la Iglesia cuenta con personas que fingen"
"Con razón, amadísimos hermanos, hallamos en el evangelio aquellas palabras sublimes salidas de la boca del Señor: Entonces habrá dos hombres en el campo: se tomará a uno y se dejará a otro. Habrá dos mujeres en el molino: una será tomada y otra será dejada. Habrá dos en el lecho, uno será tomado y otro dejado (Mt 24,40-41; Lc 17,34-35). ¿Qué significa habrá dos hombres en el campo? Lo que dice el Apóstol: Yo planté, Apolo regó, pero el crecimiento lo dio Dios. Sois cultivo de Dios (1 Cor 3,6.9). Trabajamos en el campo. Los dos hombres que están en el campo son los clérigos; de ellos se tomará a uno y se dejará a otro: se tomará al bueno y se dejará al malo. Las dos mujeres que se hallan en el molino simbolizan al pueblo. ¿Por qué se dice que están moliendo? Porque, encadenadas al mundo, están como retenidas por la piedra del molino en el afán por las cosas temporales. También una de ellas será tomada y otra dejada. ¿Cuál de ellas será tomada? La que obra bien y atiende a las necesidades de los siervos de Dios y a la indigencia de los pobres; la que es fiel en la alabanza, se mantiene firme en el gozo de la esperanza, se entrega de lleno a Dios, a nadie desea mal y ama cuanto puede no sólo a los amigos, sino también a los enemigos; quien no conoce a otra mujer fuera de la suya ni a otro varón fuera de su marido: ésta es la mujer que será tomada de las que estaban en el molino. La que no se comporte de esta manera será dejada.
Hay otras personas que dicen: «Anhelamos el descanso, no queremos tener que soportar a nadie y por eso nos apartamos de la masa; nos conviene vivir con cierta seguridad. También de éstas una será tomada y otra dejada. Que nadie os engañe, hermanos. Si no queréis engañaros y deseáis amar a los hermanos, sabed que todo estado de vida en la Iglesia cuenta con miembros que fingen lo que no son. No he dicho que todo hombre finge, sino que todo estado de vida cuenta con personas que fingen. Hay cristianos malos, pero los hay también buenos. Te da la impresión de que ves a muchos malos: son la paja que te impide ver el grano. Pero también hay grano: acércate, mete la mano, remueve, aplica el juicio de la boca. Topas con religiosas indisciplinadas, ¿vas a censurar por eso su estado religioso? Muchas no paran en sus casas, andan de visiteo por las ajenas, metiéndose en todo y hablando lo que no conviene; son orgullosas, deslenguadas, borrachas; son vírgenes, pero ¿de qué les sirve su virginidad física, si han permitido la violación de su alma? Mejor es el matrimonio de una persona humilde que la virginidad de una soberbia. Si ésta estuviese casada, no tendría el título para engreírse y sí un freno que la gobernase. Pero del hecho de que hay vírgenes malas ¿ha de sacarse argumento para condenar a las que son santas en el cuerpo y en el alma? O, por el contrario, ¿nos ha de llevar a ensalzar a las que merecen reproche la existencia de otras dignas de alabanza? De cualquier estado, uno será tomado y otro dejado".
Comentario al salmo 99,13
COMENTARIO DE SAN AGUSTÍN AL EVANGELIO DEL DOMINGO
LECTURAS "Todo estado de vida en la Iglesia cuenta con personas que fingen"
"Con razón, amadísimos hermanos, hallamos en el evangelio aquellas palabras sublimes salidas de la boca del Señor: Entonces habrá dos hombres en el campo: se tomará a uno y se dejará a otro. Habrá dos mujeres en el molino: una será tomada y otra será dejada. Habrá dos en el lecho, uno será tomado y otro dejado (Mt 24,40-41; Lc 17,34-35). ¿Qué significa habrá dos hombres en el campo? Lo que dice el Apóstol: Yo planté, Apolo regó, pero el crecimiento lo dio Dios. Sois cultivo de Dios (1 Cor 3,6.9). Trabajamos en el campo. Los dos hombres que están en el campo son los clérigos; de ellos se tomará a uno y se dejará a otro: se tomará al bueno y se dejará al malo. Las dos mujeres que se hallan en el molino simbolizan al pueblo. ¿Por qué se dice que están moliendo? Porque, encadenadas al mundo, están como retenidas por la piedra del molino en el afán por las cosas temporales. También una de ellas será tomada y otra dejada. ¿Cuál de ellas será tomada? La que obra bien y atiende a las necesidades de los siervos de Dios y a la indigencia de los pobres; la que es fiel en la alabanza, se mantiene firme en el gozo de la esperanza, se entrega de lleno a Dios, a nadie desea mal y ama cuanto puede no sólo a los amigos, sino también a los enemigos; quien no conoce a otra mujer fuera de la suya ni a otro varón fuera de su marido: ésta es la mujer que será tomada de las que estaban en el molino. La que no se comporte de esta manera será dejada.
Hay otras personas que dicen: «Anhelamos el descanso, no queremos tener que soportar a nadie y por eso nos apartamos de la masa; nos conviene vivir con cierta seguridad. También de éstas una será tomada y otra dejada. Que nadie os engañe, hermanos. Si no queréis engañaros y deseáis amar a los hermanos, sabed que todo estado de vida en la Iglesia cuenta con miembros que fingen lo que no son. No he dicho que todo hombre finge, sino que todo estado de vida cuenta con personas que fingen. Hay cristianos malos, pero los hay también buenos. Te da la impresión de que ves a muchos malos: son la paja que te impide ver el grano. Pero también hay grano: acércate, mete la mano, remueve, aplica el juicio de la boca. Topas con religiosas indisciplinadas, ¿vas a censurar por eso su estado religioso? Muchas no paran en sus casas, andan de visiteo por las ajenas, metiéndose en todo y hablando lo que no conviene; son orgullosas, deslenguadas, borrachas; son vírgenes, pero ¿de qué les sirve su virginidad física, si han permitido la violación de su alma? Mejor es el matrimonio de una persona humilde que la virginidad de una soberbia. Si ésta estuviese casada, no tendría el título para engreírse y sí un freno que la gobernase. Pero del hecho de que hay vírgenes malas ¿ha de sacarse argumento para condenar a las que son santas en el cuerpo y en el alma? O, por el contrario, ¿nos ha de llevar a ensalzar a las que merecen reproche la existencia de otras dignas de alabanza? De cualquier estado, uno será tomado y otro dejado".
Comentario al salmo 99,13
« Nos visitará el sol que nace de lo alto, para guiar nuestros pasos en el camino de la paz. »
(Antífona de Comunión, Lc 1, 78-79)
Pedro de Blosio explica la triple visita de Cristo, en su sermón tercero de Adviento: "Hay tres Advenimientos del Señor, el primero en carne, el segundo al alma, el tercero en el día del juicio. El primero ocurrió en medio de la noche, según la frase del Evangelio: Se oyó un clamor en medio de la noche: He aquí el Esposo. Este primer Advenimiento ya pasó: porque Cristo apareció en la tierra y convivió con los hombres. Ahora estamos en el segundo Advenimiento: pero con tal de que seamos dignos de que venga a nosotros; porque El ha dicho que si le amamos, vendrá a nosotros y hará en nosotros su morada. Por consiguiente, este Advenimiento no es para nosotros algo completamente seguro, porque ¿quién, sino solamente el Espíritu divino, conoce los que son suyos? Aquellos a quienes el ansia de las cosas celestiales saca fuera de sí mismos saben cuándo viene, pero no de dónde viene y a dónde va. En cuanto al tercer advenimiento, es seguro que ha de ocurrir; pero muy incierto cuándo ocurrirá: puesto que no hay nada tan cierto como la muerte pero tampoco tan incierto como el día de la muerte. En el preciso momento en que se hable de paz y seguridad, dice el Sabio, aparecerá repentinamente la muerte, como aparecen en el seno de la mujer los dolores del parto, y nadie podrá huir. La- primera venida fué, pues, humilde y oculta, la segunda misteriosa y llena de amor, la tercera será resplandeciente y terrible. En su primer Advenimiento Cristo fué injustamente juzgado por los hombres; en el segundo nos hace justos por la gracia; en el tercero juzgará en justicia a todo lo criado: en el primer Advenimiento fué Cordero, en el último será León, en el segundo Amigo rebosante de ternura".
Bendición de la corona de Adviento en el hogar:
Señor Dios
bendice con tu poder nuestra Corona de Adviento para que, al encenderla,
despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo
practicando las buenas obras, y para que así,
cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
«Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.» Juan 8,12
bendice con tu poder nuestra Corona de Adviento para que, al encenderla,
despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo
practicando las buenas obras, y para que así,
cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
«Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.» Juan 8,12
Fuego de Adviento
Autor : Edward Hays, Almanaque de un peregrino, p. 187
"Adviento, al igual que su primo la Cuaresma, es un tiempo para la oración y la reforma de nuestro corazón. Ya que viene en la época de invierno, el fuego es una señal de ajuste para ayudar a celebrar el Adviento ... Si Cristo ha de venir más plenamente en nuestras vidas en esta Navidad, si Dios llegar a ser realmente encarnado en nosotros, entonces el fuego tiene que estar presente en nuestra oración. nuestra adoración y la devoción se tienen que atizar el tipo de fuego en nuestras almas para que realmente puedan cambiar nuestros corazones. Es una gran responsabilidad de que nosotros no desperdiciemos este tiempo de Adviento".
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