domingo, 18 de junio de 2023

Súplica a San Pelayo por España —Mártir de la Fe y la Pureza por rechazar el Islam y la homosexualidad.

Mártir de Cristo por defender la fe y la pureza.

Memorial:  26 de junio.

En San Pelayo convergen tanto la resistencia ante el Islam y ante la perversión sexual del opresor Abderramán.


San Pelayo, Mártir, es Patrono de los niños y adolescentes, es protector de la castidad y protector de los jóvenes, personas abandonadas, víctimas de tortura.


Ejemplo de virtud de castidad juvenil frente a la homosexualidad. 

Modelo de pureza, de heroísmo y de fe para sacerdotes y seminaristas.

San Pelayo es el patrono del Seminario Menor de Tui.

Santo patrón de diversas localidades españolas. Castro Urdiales, España.  

Muchas localidades españolas y una colombiana han recibido el nombre de San Pelayo 

Leemos en el “Martirologio”: “En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, san Pelayo, mártir, que a los trece años, por querer conservar su fe en Cristo y su castidad ante las costumbres deshonestas de Abd al-Rahmán III, califa de los musulmanes, consumó su martirio glorioso al ser despedazado con tenazas (925)”.


 Celebramos su fiesta el 26 de junio, en la Liturgia rezamos:
Señor, Padre nuestro, que prometiste a los limpios de corazón la recompensa de ver tu rostro, concédenos tu gracia y tu fuerza, para que, a ejemplo de san Pelayo, mártir, antepongamos tu amor a las seducciones del mundo y guardemos el corazón limpio de todo pecado. Por nuestro Señor Jesucristo.



La Palabra de Dios nos afirma que solamente los Puros verán a Dios.
Hebreos 12:14 Sin la Santidad nadie verá al Señor.
En la Primera Carta a los Corintios San Pablo claramente nos advierte: No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los borrachos, ni los maldicientes heredarán el reino de Dios.

San Antonio de Padua Confesor y Doctor de la Iglesia nos enseña: Estos son los siete candelabros que iluminan a todas las iglesias, reunidas por el Espíritu de la gracia septiforme, en medio de las cuales el prelado, a semejanza del Hijo del hombre, o sea, de Jesucristo, debe caminar en la pobreza, en la humildad, en la obediencia, vestido del alba blanca. El alba es la túnica talar, que llevaba Aarón, y significa la castidad del cuerpo, a la que se debe unir la pureza del corazón.



Vemos claramente en el Libro del Apocalipsis que los inmorales no entrarán en el Reino de los Cielos. Incluso se les llama Perros. Las Escrituras los comparan con perros y cerdos. Los perros y los cerdos son los apóstatas. En lugar de abandonar el pecado y santificarse, vuelven a comerse el vómito del pecado y se revuelcan en los vicios.


Leemos en la Catena Aurea:

San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 79,1
Después los separa hasta de lugar, pues sigue: "Y colocará a las ovejas a la derecha, y los cabritos a la izquierda".

San Jerónimo:

El cabrito es animal lascivo, que en la ley antigua se ofrecía para víctima de los pecados; y no dice cabras, que pueden tener crías y salen esquiladas del lavadero.


Padre Francis Xavier Weninger, 1876 escribió para la fiesta de San Bernardino de Siena:

 
I. San Bernardo era enemigo del discurso indecente. Por lo tanto, no solo nunca pronunció una palabra inmodesta, sino que impidió que otros hicieran lo mismo. Se esforzó fervientemente por lograr su propia salvación. Si eres tan serio, sigue su ejemplo. En nuestro tiempo, nada es más común que hablar sin vergüenza o restricción de lo impuro. Por lo tanto, es que las obras de iniquidad se vuelven tan frecuentes que el infierno se llenará de quienes las perpetran. San Gregorio, que compara el discurso descortés con la peste, tenía razón al decir que la mayoría de las personas que van a la destrucción eterna son atraídas por el vicio de la impureza. Esto lo verifica con las palabras del Evangelio: "Y pondrá las ovejas en su mano derecha, pero las cabras en su izquierda" (Mateo, xxv.). ¿Por qué, preguntó el Santo Padre, todos los condenados son llamados por el nombre de las cabras? Por ninguna otra razón que no sea mostrar que la mayoría de las personas están condenadas por el vicio de la lujuria, de la cual ese animal es el tipo. Quien fervientemente desee ser colocado "en su mano derecha", debe evitar este vicio. Y para poder evitarlo, debe protegerse de cada palabra indecente; porque las malas palabras conducen a malas obras, además de ser pecaminosas en sí mismas. Los jóvenes licenciosos interrumpieron sus conversaciones en cuanto veían a San Bernardino. ¿No debería la idea de la presencia del Altísimo, de Aquel que tiene el poder de enviarte a la destrucción eterna, producir el mismo efecto sobre ti?



SÚPLICA POR ESPAÑA.

(Del Año Litúrgico de Dom Prospero Gueranger, Abad de Solesmes

— Oh Pelayo, ¡cuán grande es tu gloria en el cielo! Con Justo y Pastor, con Dominguito del Val, con Eulalia y Julia y con Flora formas un manojito de encendidos claveles y de blancas azucenas digno de presentarse al Rey de la gloria. Ni la brillante corte del Califa de Córdoba, ni sus deslumbrantes promesas engañaron tus ojos. Preferiste a esos engañosos y caducos placeres la incomparable gloria prometida por Jesucristo a los que dan su vida por él. Acuérdate de pedir por España, libre ya de musulmanes pero no de marxistas, para que conserve su fe. Sobre todo ruega por la juventud, cuya fe trata de pervertirse con doctrinas de perversas filosofías, y cuya castidad se encuentra amenazada por un sensualismo pagano.















"Es preciso orar en todo tiempo y no desfallecer" (Le. 18, 1)
















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